Los gobiernos son la representación del pueblo, en un Estado moderno, el pueblo es soberano y por lo tanto sus representantes deben acoger sus deseos. Bajo este marco, las decisiones económicas deben estar sustentadas en los principios constitucionales y en el querer de los miembros de la sociedad. Al momento que una decisión vaya en contra de ese querer del pueblo, el pueblo no la ejecutara y buscara a un nuevo regidor que cumpla con su voluntad. Es por esto que las decisiones económicas dejan de ser una cuestión meramente técnica a volverse una decisión política. Pues muchas medidas que pueden solucionar los impases económicos no son necesariamente aceptadas por la sociedad. Es por ellos, que ahora sean las opiniones mediáticas quienes terminan creando la realidad económica de un país y no los estudios técnicos. Por otro lado la precisión social puede hacer que se instauren medidas antieconómicas pero que aplacan descontentos sociales o favorecen a un grupo de poder.
Un ejemplo el costo asociado al salario en Colombia, el cuál es alto, técnicamente se invita a tomar decisiones para rebajar dichos valores. Pero la situación mediática hace que esto no se procedente porque podría terminar en revocatorias de mandato o peor aún con huelgas generalizadas que terminarían siendo más costosas a corto plazo. Otro ejemplo es familias en acción, un programa que debió terminar cuando cumplió su objetivo de reactivar la economía, pero por ser un mecanismo de imagen y obtención de votos no se ha cancelado. Para terminar la aceptación de ayudar a Avianca con un préstamo de 380 millones de dolares, suma que podría ser usada en las Mypimes que son las que generan mayor empleo en Colombia, más aún cuando en Colombia hay empresas que pueden absorber la demanda de pasajeros de Avianca y por ende podrían utilizar los empleados que quedaran cesantes de esa aerolínea.
Un ejemplo el costo asociado al salario en Colombia, el cuál es alto, técnicamente se invita a tomar decisiones para rebajar dichos valores. Pero la situación mediática hace que esto no se procedente porque podría terminar en revocatorias de mandato o peor aún con huelgas generalizadas que terminarían siendo más costosas a corto plazo. Otro ejemplo es familias en acción, un programa que debió terminar cuando cumplió su objetivo de reactivar la economía, pero por ser un mecanismo de imagen y obtención de votos no se ha cancelado. Para terminar la aceptación de ayudar a Avianca con un préstamo de 380 millones de dolares, suma que podría ser usada en las Mypimes que son las que generan mayor empleo en Colombia, más aún cuando en Colombia hay empresas que pueden absorber la demanda de pasajeros de Avianca y por ende podrían utilizar los empleados que quedaran cesantes de esa aerolínea.
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