Las marchas crean políticas económicas.

En la teoría del movimiento social (López, 2012) se puede ver su injerencia en la política pública en dos vertientes:
  • Influencia reactiva: cuando la decisión ya fue tomada y la población actúa en contra de ella por medio de:
    • Expresiones de descontento (Huelgas, Protesta social, entre otras)
    • Acciones de veto (Revocatoria de mandato, Cabildos abierto, entre otras)
  • Influencia proactiva: cuando se genera un movimiento por el interés colectivo por medio:
    • Acceso a la decisión: participando dentro de los núcleos de decisión.
    • Estableciendo un tema particular en la agenda del gobierno.
    • Sugiriendo contenido en las políticas públicas.
    • Eligiendo representantes afines a su visión.
Esta discrepancia entre la política pública y los movimientos sociales se puede dar por: La definición de las cuestiones relevantes a partir de una "etiqueta" particular puede contribuir a entender por qué los Movimientos Sociales insisten en crear una definición propia de la situación que experimentan. El problema nace de una batalla discursiva que lucha por ver quién define mejor "la situación". Otra opción es los Movimientos Sociales son reactivos a las decisiones, cuando se sienten excluidos de la cadena de su elaboración.

En conclusión, los movimientos sociales tienen la capacidad de imponer sus creencias económicas, pero esto se da porque el gobierno no es capaz de definir claramente la situación, las ventajas y desventajas de la política. O porque se tomo la decisión sin la participación de dichos movimientos.


Referencias

López, M. (2012). Los movimientos sociales y su influencia en el ciclo de las políticas públicas. Región y sociedad.

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